Enrique Fernández Morales
Poeta,
dramaturgo, narrador y pintor. Nació en Granada el 25 de diciembre de 1918 y
falleció en la misma ciudad en 1982. Estudió artes plásticas en la School
of Fine Arts de San Francisco y en la Arts Students
League de Nueva York. En Alemania se especializó en
Educación para Adultos y en México se diplomó en Restauración de Museos.
Por el
despligue renacentista de su quehacer artístico, Pablo Antonio Cuadra lo llamó
“Habitante de los cinco continentes del arte”. Impulsó el arte y la cultura en
la Nicaragua de los años 40, 50 y 60. Fue asimismo certero coleccionista del
arte de su país. Su magisterio y estímulo propiciaron, entre otros, la carrera
de pintores de la talla de la primitivista Asilia Guillén y del grabador y
pintor, Ramen; y la de los poetas Omar D’León y Nicolás Navas.
Su trabajo fue reconocido con la Orden Cultural
Rubén Darío y el Premio Nacional Rubén Darío (1970).
Rodrigo Peñalba
nació en León de Nicaragua, el 15 de mayo de 1908 y
murió en San Pedro Sula, Honduras, el 3 de junio de 1979. Pasó su infancia y
primera adolescencia en León. Hijo de don Pastor Peñalba Argüello, heredó de su
padre la vocación y el oficio de pintor. Bachiller del Colegio Centroamérica de
Granada, marchó en 1925 a México y Estados Unidos a estudiar pintura.
Posteriormente estudió en la Academia de San Fernando de Madrid (1933-1937) en
la Academia de San Carlos de México (1937-1939), y en la Regia Scuola di Belle
Arti, en Roma (1938-41). Regresó a América en 1946, expuso en Nueva York y
Washington en el gran momento inicial de la Escuela de Nueva York y su pintura
expresionista y figurativa, fue saludada por la crítica estadounidense.
En 1948
fue nombrado director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Nicaragua, en
Managua, desde la cual a lo largo de dos décadas (1960-1973), amaestró,
fundamentó, estimuló y organizó el movimiento pictórico nicaragüense. Es el
pionero y el maestro por excelencia de nuestras artes plásticas. Desde 1946
hasta poco antes de su muerte participó en innumerables exposiciones colectivas
nacionales e internacionales, dos retrospectivas y varios concursos. Nutrido
del arte moderno europeo y mexicano, se propuso explorar y expresar la
americanidad y concretar un arte integral (pintura, escultura y arquitectura),
iniciando en Nicaragua el muralismo y el materismo y realizando la pintura
religiosa colonial y el retrato criollo y burgués de los siglos XVIII y
XIX.
Fernando Saravia
La verdadera vocación de Saravia era la de
escultor, que le sirvió para forjar a otros artistas como Ernesto Cardenal,
Noel Flores, Leoncio Sáenz, Orlando Sobalvarro y Erasmo Moya.
Su temática giró alrededor del paisaje nicaragüense. Su pintura era al aire libre, igual que los impresionistas franceses, sabía captar la impresión subjetiva del paisaje, la cual lograba a través del color, la luz y la fuerte textura. Si los impresionistas pintaron los alrededores de París, Saravia en cambio pintaba los paisajes de los alrededores de Managua o los ambientes rurales.
Su temática giró alrededor del paisaje nicaragüense. Su pintura era al aire libre, igual que los impresionistas franceses, sabía captar la impresión subjetiva del paisaje, la cual lograba a través del color, la luz y la fuerte textura. Si los impresionistas pintaron los alrededores de París, Saravia en cambio pintaba los paisajes de los alrededores de Managua o los ambientes rurales.
Saravia se había preocupado por plasmar en el lienzo el tema ecológico. Su obra invita al espectador a la reflexión para tomar conciencia del gran deterioro que ha sufrido la naturaleza y en particular, el paisaje nicaragüense. “No olvidemos que no somos sino viajeros en este planeta y que nada nos pertenece”.
Saravia era el único pintor fundador de la antigua Escuela Nacional de Bellas Artes. Su legado se mantendrá latente en las próximas generaciones a través de la exquisitez de su obra.
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